DIAGNÓSTICO

La enfermedad de alzheimer

Actualmente se estima que hay más de 50 millones personas que viven con demencia en todo el mundo, una cifra que se espera aumente hasta 152 millones en 2050. Cada 3 segundos una persona desarrolla demencia. El costo global de la demencia se estima en más de medio billón de euros anuales (~690.000 millones), una cifra que podría duplicarse para 2030 (Alzheimer’s Disease International. Informe final. World Alzheimer Report 2019. Attitudes to dementia. September 2019. Recuperado de https://www.alzint.org/what-we-do/research/world-alzheimer-report).

La Enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal causa de demencia en las personas mayores de 65 años (más del 70% de los casos).

La EA es una enfermedad neurodegenerativa con un curso insidioso e irreversible que termina con la muerte del paciente, como media unos 10 años después del diagnóstico. El riesgo de padecer la enfermedad se duplica aproximadamente cada cinco años a partir de los 65, llegando a afectar a más del 30% de las personas mayores de 90 años.

Los tratamientos actualmente disponibles palían temporalmente algunos de los síntomas pero no logran modificar el curso de la enfermedad que convierte al paciente en una persona completamente dependiente para realizar las actividades de la vida diaria, ocasionando una pesada carga emocional para sus cuidadores y un enorme costo social y económico para las familias y los sistemas socio-sanitarios.

Hoy se sabe que los procesos patológicos que produce la EA, en particular la acumulación de péptidos amiloides en la corteza cerebral, pueden iniciarse hasta 20 años o más antes de la aparición de los primeros síntomas de demencia. Por esta razón, la mayor parte de la investigación de nuevos tratamientos para la EA pretende eliminar o evitar la formación de esos acúmulos antes de que aparezcan los síntomas más incapacitantes de la enfermedad.

Sin embargo, detectar a esas personas (aproximadamente el 30% de los mayores de 65 años) en las que la enfermedad ya se ha iniciado pero que todavía no muestran síntomas entre la población general no es una tarea sencilla.

Existen ya biomarcadores robustos basados en neuroimagen o en el análisis de líquido cefalorraquídeo (LCR) capaces de detectar la acumulación de péptidos Aβ en el cerebro. Sin embrago, el alto coste y/o la complejidad de utilización de estos procedimientos limitan mucho su uso generalizado.

Estas limitaciones han ejercido un fuerte estímulo para el desarrollo de biomarcadores más accesibles, basados en los análisis en sangre de diferentes moléculas, en particular de los péptidos β-amiloides que puedan ayudar en el diagnóstico temprano de la enfermedad.

Desde su fundación en 2004, Araclon Biotech ha contribuido a este esfuerzo mediante el desarrollo de unos ensayos ELISA ABtest-IA, completamente validados analíticamente cuya principal característica es que permiten determinar de forma precisa y robusta los niveles libres (FP40 y FP42) y totales (TP40 y TP42) de Aβ40 y Aβ42 en plasma.

Recientemente, hemos desarrollado un ensayo innovador que permite determinar simultáneamente los niveles totales de Aβ40 y Aβ42 en el plasma mediante Cromatografía Liquida acoplada a Espectrometría de Masas (ABtest-MS).

En estudios realizados en diferentes cohortes como por ejemplo AIBL (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32179698), AB255 (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31787105) y FACEHBI (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30497535), la ratio TP42/40 ha permitido discriminar sujetos con patología beta-amiloide (Aβ) cortical confirmada mediante tomografía de emisión de positrones (Aβ-PET positivos) de los que son Aβ-PET negativos con sensibilidades entre 77-89% y valor predictivo negativo (VPN) entre 64-97% que son valores muy relevantes para un test de detección (screening).

 

Los niveles de la ratio TP42/40 en plasma correlacionaron significativamente con los niveles de Aβ-PET medidos en Standardized Uptake Value Ratio (SUVR) y Aβ42 en líquido cefalorraquídeo (LCR) (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32179698; https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31787105).

Adicionalmente, cuanto más baja era la ratio TP42/40 más rápidamente aumenta el Aβ-PET-SUVR (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28948206) y mayor es el riesgo de desarrollar demencia en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL) (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31787105).

Adicionalmente, valores menores del ratio TP42/40 han sido encontrados asociados a un incremento cortical de Tau en regiones relacionadas con AD tras análisis de escáneres con [18F] flortaucipir (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31384662).

Recientemente hemos encontrado un paralelismo entre la trayectoria natural de la ratio TP42/40 en plasma y Aβ-PET-SUVR cortical (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32954297). Estos hallazgos muestran una estrecha asociación entre los cambios en el plasma y el amiloide-β cerebral y apoyarían el uso futuro de la ratio TP42/40 en plasma como un marcador subrogado de la carga de Aβ cortical.